miércoles, 14 de septiembre de 2011

Proyecto FI: Past. Vocacional


El discernimiento vocacional comienza cuando una joven[4] que se está planteando la posibilidad de entrar a la vida religiosa, se lo manifiesta formalmente a alguna hermana nuestra, y le pide orientación. En ese momento empieza entre ella y la congregación, un compromiso de acompañamiento, que tiene exigencias tanto de parte nuestra como de parte de la joven que está discerniendo su vocación cristiana.
           
El tiempo que dura este discernimiento, va a depender de la edad y madurez de la joven, pero no debe ser inferior a 6 meses para que se logren los objetivos de esta etapa, y que están señalados en nuestras Orientaciones para el Discernimiento Vocacional y la Formación Inicial, de Roma’ 2000.

El discernimiento vocacional es un proceso espiritual que se vive en la comunidad de la Iglesia, que incluye tiempos de oración personal y comunitaria, de reflexión, diálogo y trabajo personal, y experiencias pastorales y/o misioneras. Todo ello, evaluado convenientemente en el acompañamiento espiritual, y confrontado en la comunidad de vida, permite descubrir la voz del Espíritu que habla al corazón de las personas. Se requiere, por lo tanto, de un acompañamiento personal sistemático, una comunidad de referencia, y un centro de trabajo pastoral o lugar de misión.

Cada una de las Provincias de la Conferencia tiene elaborada esta etapa de acuerdo a su realidad y a sus posibilidades. La diversidad de estilos, de experiencias y de iniciativas que surgen de nuestras diferencias, es un valor. Sin embargo, es necesario que existan algunas experiencias mínimas para este tiempo, y ciertos criterios para la admisión al prenoviciado que nos sean comunes, y que garanticen una mayor unidad en el trabajo vocacional, en virtud de nuestra mutua colaboración e interdependencia en las etapas de la Formación Inicial, teniendo en cuenta lo que al respecto se dice en las Orientaciones Generales de Roma’2000, y que están vigentes para toda la congregación.

Durante el período del Discernimiento Vocacional, se hará un camino de conocimiento mutuo entre la congregación y la joven, que permita ir verificando la autenticidad de su llamada y las condiciones necesarias para iniciar el proceso de formación inicial en nuestra familia religiosa ss.cc. La congregación tendrá que ofrecerle algunas experiencias que favorezcan su discernimiento:

  1. Un acompañamiento personalizado y frecuente, con una hermana preparada para ello que sepa crear el clima de confianza necesario, y animar a la joven a vivir un proceso de autoconocimiento y de valoración de su vida personal y familiar, y una búsqueda vocacional honesta y transparente en la que vaya clarificando sus motivaciones para la vida consagrada. En este tiempo es importante tomar contacto con la familia de la joven, y en cuanto sea posible, motivarla a la vida laboral.
  2. Una mínima formación cristiana que le permita a la joven purificar sus imágenes de Dios, y clarificar su seguimiento de Jesús.
  3. Una experiencia comunitaria de algunos meses, en la que se pueda verificar en comunidad la capacidad de relación interpersonal, el espíritu de servicio, el interés por la misión ss.cc., y el anhelo por crecer en la experiencia de Dios que tiene la joven. 
  4. Una experiencia de trabajo pastoral donde se afiance su pertenencia a la Iglesia, su conocimiento y su sintonía con la misión apostólica de la congregación, su capacidad de entregarse y servir a los demás, y su sensibilidad y compromiso con los pobres.
Hemos acordado para la Conferencia ciertos requisitos de ingreso al prenoviciado, que ayuden a la nivelación de las jóvenes que participarán luego en las etapas de formación inicial.
  
CRITERIOS DE ADMISIÓN AL PRENOVICIADO

-  Haber vivido adecuadamente todas las experiencias propuestas anteriormente para la etapa del discernimiento vocacional, y solicitar formalmente el ingreso a la congregación.

-  Ser presentada al gobierno provincial por la hermana que la ha acompañado en su discernimiento, con un informe escrito que dé cuenta de los procesos de crecimiento experimentados por la joven durante su búsqueda vocacional.

-  Tener una salud compatible con nuestro estilo de vida fraterna y misionera. En el caso de haber alguna enfermedad y/o limitación física, será necesario verificar la capacidad de la joven para asumir adecuadamente su limitación, su libertad interior para hacer la opción por la vida religiosa, y sus posibilidades reales de integrarse a nuestra vida y misión.

-  Verificar una buena salud psicológica y una madurez adecuada a su edad, mediante la evaluación que la congregación le solicita a un psicólogo. En el caso de ser necesaria una terapia psicológica ésta deberá realizarse antes del ingreso al prenoviciado.

-   Haber terminado los estudios secundarios y tener la capacidad suficiente para seguir el programa de la formación inicial de la congregación.

-  Estar libre de cargas económicas y familiares, y dispuesta a iniciar el prenoviciado en el lugar y con la modalidad que la congregación le indique.
  

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