Miércoles 14 septiembre
Con mucha alegría en el Señor que nos ha
convocado en esta X Asamblea, les hacemos partícipes de la vivencia que se va
desarrollando a lo largo de estos días.
El día 14, iniciamos preparando el corazón
con la oración de la mañana animada por nuestra hermana Candy, invitándonos a “recordar”, “reconocer”, “recoger” el
caminar de nuestra conferencia en estos tres años a través de tres signos: las piedras representando en ellas los
obstáculos, temores y resistencias que cada una tenemos; el agua como la fuerza de vida que nos habita, y la luz como todo lo bueno que existe en
el mundo. Con esta oración dábamos inicio a nuestro retiro dirigido por el
hermano Jesús García, capuchino. Ahondamos el tema que todas ya hemos tenido la
oportunidad de reflexionar: “Mujeres SSCC testigos y profetas en el mundo de
hoy”.
Recogimos el día de reflexión con la
celebración Eucarística compartiendo la fe en un ambiente fraterno, sincero y
profundo, que nos dispuso a estar con un corazón abierto y confiado para
iniciar nuestra asamblea al día siguiente.
Jueves 15 septiembre
Iniciamos el día con una dinámica de
integración junto con nuestros hermanos, donde compartimos lo que cada una y
cada uno tenemos de riqueza.
Posteriormente fue presentado el programa
de cada asamblea por Raúl coordinador de la CIAL y Emperatriz coordinadora de
comité permanente.
Terminamos esta mañana compartiendo juntos
una rica Eucaristía de apertura animada por nuestras hermanas y hermanos de la
provincia de Colombia.
Por la tarde dimos inicio a la primera sesión
de la Asamblea con la apertura de bienvenida dirigida por Emperatriz y el
saludo de Rosa Ferreiro.
Posteriormente pasamos a elección de hermanas
para los servicios requeridos para la buena marcha de la Asamblea.
Enseguida escuchamos el informe del comité
permanente respecto al servicio de estos tres años presentado por Emperatriz y
de igual manera escuchamos el informe económico presentado por Candy.
Se presentan los grupos de trabajo para el
día siguiente.
A continuación pasamos a compartir la
oración junto con nuestros hermanos donde se nos invitó a reflexionar sobre el
sentido de la sal que da sabor a la vida, haciendo alusión al tema de la Misión.
Se les pidió a Rosa Ferreiro y Javier
Alvares como superiores generales, que colocaran un poco de sal en nuestras
manos. Después de un momento de contemplar el significado de la sal en nuestras
manos y descubrir el llamado que sentimos para dar “sabor” en los lugares donde
hacemos presencia, colocamos la sal en las manos de nuestras y nuestros
provinciales que a su vez depositaron sobre el mapa como símbolo de comunión en
la misión.
Terminamos el día celebrando los cumpleaños
de Adiela y Raúl con una rica torta y un ambiente festivo animado con cantos de
diferentes países.
Con mucho cariño la comisión de crónicas
Celsa y Liz
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